Crianza, Maternidad, Portea mundo, Porteo
Cómo llegué al porteo
Cuando nació mi primera hija, tenía claro que quería portearla, llevarla cerca de mí. Claro que entonces no sabía ni que se llamaba así ni la importancia que iba a tener esto en nuestra relación y en nuestra vida.
Me fui a unos almacenes y pregunté cual era la mejor mochila (¡»pa» mi niña lo mejor!). Y me recomendaron una mochila “no ergonómica”. Tan contenta me fui a mi casa. También preparé un carro, muy bonito, con su sabanita y su manta. ¡Qué cómoda iba a ir mi niña en su carro!
¡Y nació mi pequeña! Preciosa, con sus ojazos… ¡Muero de amor! Y ella me enseñó el camino. Porque en la maternidad a veces olvidamos lo más importante: escuchar a nuestros bebés… ¡que son tan sabios!
[Tweet "En la maternidad a veces olvidamos lo más importante, escuchar a nuestro bebé, que es sabio."]Así que mi amiga la “no ergonómica” empezó a acompañarnos a todas horas. Eso sí, el carrito es estupendo para llevar la compra, ¡qué bolsa más grande! Al poco, cuando la niña empezó a ganar peso, empecé a plantearme eso de “te vas a dejar la espalda”. Además, empecé a oír cosas sobre las mochilas “ergonómicas” y sobre la importancia de cómo colocar a nuestros bebés en las mochilas… ¿Qué era eso? Pues me puse a investigar… Cuando me enteré de las diferencias, que te explico aquí, ¡¡me apresuré a comprar una!! Y wow, ¡qué diferencia! En mi espalda y la de mi niña. Por fin habíamos encontrado lo que buscábamos… ¡íbamos pegaditas y cómodas! Y aún no conocíamos los fulares y bandoleras, con los que vamos, si cabe, aún más cómodas. Desde entonces me enamoré por completo del porteo y no paré de formarme y de aprender.
[Tweet "El porteo supuso una gran mejoría en mi espalda y la de mi bebé"]Para Claudia el porteo ha sido algo importantísimo, puedes consultar aquí los “beneficios del porteo”, y para mí, ¡¡una salvación!! Puedes leer aquí las “10 situaciones en las que portear te salva la vida”. Con la llegada de Juan, el porteo ha sido algo… imprescindible. Siempre me pregunto, ¿cómo lo harán las madres de dos que no portean?

4 comentarios
Rocio
Me siento muy identificada contigo.Yo también compré una mochila no ergonomica con mi primer hijo que me duró menos de un mes porque empece a informarme y me compre una ergonomica, como tu todavía no conocía bien los fulares e incluso pensaba que yo no iba a saber anudarlo. Con mi segundo hijo me compre un fular semielastico, me apetecía probar la experiencia y tanto me gusto que acabe comprando uno rígido, con el que vota todos los lados últimamente.
Muchas felicidades por tu blog.
Isabel Sancho (Author)
¡Qué bien Rocío! Cómo me alegro de que, como me pasó a mí, encontraras la información adecuada. El fular es un portabebé comodísimo y muy versátil por la cantidad de anudados diferentes que podemos realizar. Qué alegría que te guste el blog.
¡Muchísimas gracias por comentar y contarnos tu experiencia!
Laura-Pajarito Pinzón
Si supieras cuanta gente nos comenta lo mismo que te ocurrió a ti…Poco a poco y gracias a post como este más gente va conociendo las diferencias entre un portabebé ergonómico y uno que no lo es. Enhorabuena y feliz porteo!!
#NoMásColgonas
Isabel Sancho (Author)
Gracias, Laura! Poco a poco la gente va conociendo el porteo y sus grandes beneficios, así como la diferencia entre un portabebé ergonómico y no ergonómino. Seguiremos trabajando para llegar a más familias. Un abrazo fuerte!